Después de un largo proceso de análisis, consulta a todas las Comunidades Educativas de los distintos países donde se encuentra la Comunidad de los Hermanos y la redacción final fue aprobado, a comienzos del 2011 por el Consejo General del Instituto, el Proyecto Educativo que ya conocemos.
¿Para qué un proyecto Educativo común a todas las comunidades, escuelas y ámbitos donde se desarrolla la Misión del Instituto?
Sin duda, leyéndolo atentamente encontramos las “intenciones e intuiciones” fundamentales del Hno. Gabriel Taborin cuando funda la Comunidad: su espíritu, su espiritualidad y misión que son el “sello propio”, “el estilo pedagógico” con el que queremos colaborar en la formación y desarrollo de las personas. La creación de la comunidad, el estrechar los vínculos, el espíritu de familia, la sencillez como transparencia y solidez, el trabajo, la oración y el amor le dan el matiz particular a la personalidad de nuestros niños, jóvenes, familias y docentes.
“La finalidad de este documento es establecer un vínculo de unidad entre las personas e instituciones de la Familia SA.FA que comparten el ideal educativo del Hno. Gabriel Taborin, ofreciendo los rasgos que caracterizan hoy a la escuela Sagrada Familia en su tarea de construcción interna y de apertura a su misión eclesial y social”. Este Proyecto se dirige a todas las personas y grupos que forman parte o están en contacto con la Comunidad de los Hermanos.
La evolución de la sociedad, las necesidades y desafíos de la cultura de hoy nos han llevado a la adaptación y enriquecimiento de este Proyecto Educativo que tiene como inspiración central “el hogar de Nazaret, escuela de humanidad”.
“La presencia y la acción significativas en el campo de la educación llevan consigo un modo de entender la vida y una voluntad de colaborar para transformar el mundo aportando lo mejor de uno mismo”.
En este contexto y a partir de estas orientaciones se entiende mejor “por qué” el Colegio y Liceo Sagrada Familia se ha embarcado, ya hace unos diez años en un proceso de mejora de la calidad educativa que ha terminado este año, casi al mismo tiempo de la aprobación del Proyecto Educativo, con la certificación en calidad educativa. Esto supone haber puesto lo mejor de nosotros para lograr que nuestros niños y jóvenes adquieran “saberes”, “valores” y “posturas” que sean fermento para la transformación de nuestra sociedad. ¡Cuánto trabajo, cuántos esfuerzos, cuánta creatividad y dedicación, cuánto cariño puesto para llegar hasta la certificación que no es sino la constatación por parte de expertos externos que nos dicen: “están caminando con acierto, continúen, pueden mejorar aún”!
Nos sentimos orgullosos de lo conseguido porque lo hemos podido lograr con nuestro estilo: “con el espíritu de cuerpo y de familia”. Si no, hubiera sido imposible. Esto es lo que garantiza el futuro y la viabilidad del Proyecto que nos dejara el Hno. Gabriel Taborin.
A todos: alumnos, docentes, familias, personal felicitaciones y gracias.
Sigamos desarrollando e interpretando las orientaciones del Proyecto Educativo del Instituto para el bien de la sociedad y de la Iglesia.