¡Buenas vacaciones! A los benjamines a quienes las grandes preocupaciones no han llegado aún, y que, a lo menos por un tiempito no les tocará levantarse tan temprano... sin las lecciones que es preciso saber ni las tareas del Profesor.
¡Buenas vacaciones! A los jóvenes que han experimentado qué largas eran las jornadas, que han languidecido en su cuarto de estudio mientras la familia oía alegremente algún buen programa de radio; a los valientes que tienen los párpados tan pesados del sueño acortado; a los que han luchado para ocupar un puesto o para mantenerse en buena posición.
¡Buenas vacaciones! A los menos jóvenes que van a terminar aquí sus tareas para ingresar a las escuelas superiores o integrar la larga fila de los que trabajan en los bancos o en las casas de comercio.
Encuentren todos, si es posible, un rinconcito lejos de una radios, lejos del ruido, para que descansen esos nervios... y vuelva la calma.
Buscad, amiguitos, la ocupación que os interese, sin permanecer ociosos, el juego honesto, el arroyuelo que canta, el espejo del agua que os refleje un rinconcito del cielo, y respirad a pulmones llenos... la paz. Recuperad vuestras fueras y vuestro ánimo para las luchas futuras.
Luchad contra vosotros mismos, el más cobarde y más peligroso de vuestros enemigos que prefiere ignorar su mal para no combatirlo, que busca pretextos para justificar sus propias deficiencias, que niega sus errores para no corregir sus causas.
Buenas vacaciones para todos, para que sean el punto de arranque para las nuevas conquistas del saber y el trabajo, conquistas pacíficas pero decisivas.
Y buenas vacaciones tengan vuestros queridos maestros y Profesores que han soportado valientemente el peso de su responsabilidad a lo largo de los meses de vuestra preparación intelectual y formación moral.
Y tengan también placenteras vacaciones vuestros buenos papás, que ellos las necesitan porque ha sido incesante su trabajo, constantes sus preocupaciones, y no os olvidéis, amigos, que vuestros triunfos los debéis en gran parte a ellos; de vosotros depende el grado de tranquilidad de que puedan disfrutar en estos meses que se aproximan.
Sean estas vacaciones el verdadero don de Dios y que os procure a todos la verdadera PAZ cantada por los ángeles sobre la gruta de Belén, esa PAZ que corresponde a los hombes de buena voluntad.
BUENAS VACACIONES os desea a todos
VUESTRO DIRECTOR
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