A nuestras queridas familias del Colegio y a todos los que forman parte de esta Comunidad educativa:
Queremos compartir con ustedes el sentimiento que invade nuestros corazones al pisar la tierra del Hno. Gabriel.
Las palabras no alcanzan para expresar lo vivido, pero destacamos tres que pueden resumir esta experiencia:
Con la grata bienvenida de los Hermanos de la Sagrada Familia que viven hoy en Belley y la compañía del Hno. Teodoro Berzal durante tres días, compartimos la vida de nuestro querido Fundador. Nos emocionamos cuando el Hermano expresó: "Piensen que hoy, donde ustedes están, caminó Gabriel animando la liturgia, orando, acompañando a niños y jóvenes en su educación académica y pastoral”.
Continuamos su camino hasta llegar a Belmont. Conocimos la casa en la que comenzó la obra de los Hermanos de la Sagrada Familia, donde Gabriel padeció contrariedades y también satisfacciones al ver que su proyecto y sueño de evangelizar a través de la educación se hacía realidad.
En Gabriel nos miramos a cada uno de nosotros y de nuestras familias y tomamos de él la fortaleza para superar las dificultades que la vida nos depara y la confianza para no decaer y seguir adelante.
Continuar esta inmensa obra en humanidad y fe, desarrollada en 16 países en el mundo, desde el lugar que nos toca como religiosos y laicos. Diálogo, animación, alegría, acompañamiento, servicio, oración, en fin, amor; esto es lo que hemos de desplegar en la Casa de Gabriel.
A partir de esta peregrinación reafirmamos el carisma nazareno desde la fe, ese don que Dios le concedió al Fundador y que él lo transmitió a los Hermanos y laicos que lo sucedieron en su intuición.
Para terminar, expresamos el anhelo que las generaciones venideras puedan compartir estas vivencias y enriquecerse además con la amplitud de conocimientos e intercambio cultural que un viaje de estas características depara a quien lo realiza.
Con todo cariño
Ma. de los Ángeles Lukin
