La Familia Sa-Fa llamada a vivir y a compartir la alegría del Evangelio

Hermano/Hermana de la Familia Sa-Fa:

Con gozo queremos compartir contigo las conclusiones de nuestra experiencia capitular como Familia Sa-Fa formada por Hermanos y Laicos, animados a vivir y transmitir la alegría del Evangelio.

Gracias por tus fraternas aportaciones y el apoyo de tu oración. Como en las bodas de Caná, te invitamos a sentir que María nuestra madre, recuerda hoy a su Hijo que falta el vino: la alegría, la ilusión de ser Familia Sa-Fa. Te invitamos a escuchar y seguir su consejo: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5).

Nos anima a seguir este consejo la Palabra que ilumina Nazaret: “Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1,26), que hoy María comparte con nuestra Familia y que el Capítulo asume como icono.

Hemos escuchado la invitación que en Evangelii Gaudium nos hace la Iglesia, la cual nos impulsa a vivir y transmitir la alegría del Evangelio con nuestra presencia, comunicación, fraternidad, audacia, predilección por los pobres, confianza en Dios y oración.

Durante el tiempo de escucha y mirada a la realidad hemos tratado de comprender a la Iglesia en sí misma, su misión profunda y el lugar de los jóvenes en ella. Con los informes del Consejo General y con la presentación de cada Provincia, hemos tomado conciencia de la realidad del Instituto en el mundo: nuestras raíces, nuestras fragilidades y nuestros aciertos. Únete a nuestra oración agradecida.

Detectamos limitaciones personales e institucionales, pero nos anima el saber con María, que nuestras debilidades permiten la manifestación de la fuerza de Dios, si confiamos con humildad en la asistencia del Espíritu Santo.

Hemos experimentado que la diversidad es una riqueza que el Señor nos ofrece. En la complementariedad se descubre la presencia del Espíritu. Contamos contigo.

Llamadas que sentimos como Familia Sa-Fa y respuestas que queremos ofrecer:

1. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a vivir la espiritualidad de la alegría y la gratitud de quienes nos sentimos amados por Dios. “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” (EG 1).

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Escuchar la llamada y transparentar la razón profunda de nuestra alegría que nace del encuentro personal con Jesucristo y su Evangelio.
2. Cultivar el amor a la oración y descubrir el valor de la Palabra en la vida diaria.
3. Releer la propia vida como “historia de salvación” y poner en práctica la pedagogía de los procesos personales y grupales.

2. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada al cuidado integral de la persona como hijo/a amado/a del Padre y expresión de fraternidad.

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Ofrecer tu presencia, escucha y discernimiento para dar respuestas acertadas y creativas a las necesidades reales de cada persona.
2. Valorar el acompañamiento personal y apreciar en cada uno la riqueza de la diversidad y de la reciprocidad.
3. Aprovechar la sabia experiencia que aporta la presencia de Hermanos y Laicos mayores en la Familia Sa-Fa.

3. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a caminar juntos con estilo participativo y corresponsable (“sinodal”), según nuestro carisma.

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Construir la Familia Sa-Fa y su misión comprometiéndote desde la “sinodalidad” que nos pide hoy la Iglesia.
2. Proclamar la profecía de la fraternidad. Evitar el individualismo. Progra­mar, colaborar, crecer y vivir co­mo Familia Sa-Fa.
3. Favorecer el ser para los demás, el voluntariado y el compromiso solidario intra e inter congregacional.

4. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a vivir el carisma “en salida”, comprometidos con las periferias existenciales y geográficas.

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Cultivar una sólida espiritualidad que te permita vivir tu vocación con generosidad, audacia y creatividad. Estar presente en las situaciones de las diferentes pobrezas que interpelan a la sociedad actual: flujos migratorios, diferencias económicas, carencias familiares, problemáticas educativas...
2. Promover la “conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están” (EG 25) y que posibilita renovar los objetivos, estilos, métodos y estructuras de tu presencia en la Iglesia y en la sociedad.
3. Vivir la cultura del encuentro fomentando la solidaridad. La imagen del poliedro, utilizada por el Papa Francisco, expresa “lo mejor de cada uno que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad” (EG 236).

5. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a descubrir el valor de la propia vocación. “Te he elegido como alianza del pueblo” (Is 42,6).

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Alimentar tu vida en las fuentes del carisma según la intuición del Hno. Gabriel Taborin (“bajo el humilde techo de Nazaret”) para manifestar más claramente el sentido de tu vocación.
2. Generar procesos para mantener el espíritu de familia y la continuidad carismática del Instituto en el tiempo, fomentando la pastoral vocacional.
3. Vivir vocacionalmente el proyecto educativo y misionero que el Instituto te confía en la educación, la pas­toral y la solidaridad. Eres misión. Considérate enviado (EG 273).

6. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a caminar con los jóvenes y las familias.

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Estar con los jóvenes donde Dios preferentemente te da a conocer sus expectativas y desafíos para vivir el presente y construir el mañana. Mirar, escuchar, discernir y caminar con ellos con la actitud de Jesús. Fomen­tar momentos especiales de encuen­tros cercanos a ellos (de­por­ti­vos, musicales, recreativos).
2. Fomentar la pastoral familiar para dar respuesta a los retos concretos que hoy plantean las familias. Poner en práctica los Planes Pastorales Familiares de las Provincias.
3. Cultivar las pequeñas virtudes nazarenas que favorecen el encuentro: alegría, sencillez, presencia, escucha, servicio, solidaridad, perdón, paciencia.

7. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a cuidar la vida, el medio ambiente y la naturaleza. «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba» (Laudato si, 1).

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Cuidarla con una actitud que implica atención, sensibilidad y desvelo por proteger el don total de la Creación.
2. Trabajar por crear una conciencia ecológica integral y cuidar la vida humana en tus comunidades de pertenencia.
3. Incluir en los programas de la escuela “la educación en la responsabilidad ambiental con acciones co­ti­dia­nas” (Cf Laudato si 211).

8. Como Familia Sa-Fa sentimos la llamada a favorecer la formación permanente para mantener viva la mi­sión del Instituto desde el carisma.

Ante esta llamada la respuesta que nosotros proponemos es:

1. Considerar la escuela como lugar privilegiado para la formación de la persona (ChV 221).
2. Favorecer itinerarios de formación que estimulen la actualización de los contenidos y de la metodología en la escuela, la pastoral, la gestión y los aspectos carismáticos.
3. Incluir en la formación, entre otros aspectos, la cultura del encuentro, el diálogo a todos los niveles, la creación de redes y la opción por los últimos (ChV 222).

Súplica y acción de gracias

Padre audaz y misericordioso, gracias por arriesgarte a contar con nuestra debilidad. Con María queremos que puedas cumplir tu palabra en nuestra vida y en nuestra Familia Sa-Fa. Gracias porque a través del Vble. Hno. Gabriel Taborin te atreviste a en­comendarnos un carisma inspirado en la Sagrada Familia de Nazaret, que ilumina y orienta nuestra espiritualidad; y quieres que continúe siendo don en tu Iglesia.

Impulsa nuestra respuesta. Mantén nues­tra esperanza. Alienta nuestra caridad.

Que puedas ofrecer hoy en nuestra Familia Sa-Fa lo que tan calladamente nos regalaste en Nazaret. Que el espíritu de familia anime nuestra vida. Que podamos vivir y manifestar como Familia Sa-Fa la alegría del Evangelio.